Mermelada de ciruelas


Continuando con las recetas económicas se me ha ocurrido hacer esta de aprovechamiento.

Ya sabéis lo que le pasa a la fruta de casa: está muy rica, pero suele venir tan de golpe que es imposible no sentirse tentada por el milenario arte de la conserva y poder disrutarlas durante todo un año, siempre y cuando no se consuman antes, que es lo que suele pasar.

Son ideales para el desayuno y demás usos tradicionales, pero mejoran las tartas de queso caseras y están deliciosas con paté o queso, carnes de pato y cordero...

Así que aproveché todas las ciruelas que han venido de golpe en casa de mi hermano Alberto para hacer un montón de mermelada muy sabrosa.

De paso, los albaricoques de mis padres estaban un poco feos, pero en mermelada están deliciosos, así que también nos han salido algunos tarros con un gusto delicioso.

Reciclamos todos los botes de cristal que hemos guardado (nosotros y medio barrio; no los tiréis), conservamos la fruta en todo su esplendor (no le añado mucho azúcar y sabe a ciruelas de las de verdad), dura todo un año y es fenomenal para regalar a familiares y amigos.


Para hacer mermelada es imprescindible que la fruta sea sabrosa y madura. De hecho, yo siempre la hago cuando tengo demasiada fruta de casa, y la hago de todo lo que me regalen: claudias, freixoas, ciruelas, moras..., hasta de kiwi, si hace falta, el caso es no tirarla, que al ritmo que van las cosas vamos a acabar echándola de menos, recordando a las señoras que venden verduras de la huerta en algunos mercados con verdadera nostalgia senil.

Sólo hay que tener en cuenta que hay ciertas frutas que no tienen demasiada pectina y necesitan un poco de ayuda.

 Yo he leído que se le puede añadir gelatina y otros productos similares, pero a mí nunca me ha hecho falta y de hecho, este verano hice una de moras que me ha quedado, con esta misma receta, tan dura como el membrillo.

De todos modos, en estos casos de frutas nuevas, como los kiwis o las freixoas, se les añaden unas ciruelas con piel, o alguna fruta similar por si acaso, pero la mermelada, en cualquiera de sus texturas, no será más que el resultado de nuestro trabajo y estará deliciosa seguro.

También es importante la conservación, ya que determina el tiempo que dura nuestra mermelada, y os aseguro que aumenta su valor culinario emocional a medida que pasa el tiempo, es como lo que pasa con las setas congeladas, que en mayo haces un risotto de boletus de noviembre y saben hasta mejor.


Por eso esterilizo los botes antes de llenarlos y después los dejo, llenos, boca abajo hasta que los hiervo unos 15 minutos, y la verdad es que compensa el trabajo.

Para hacerla nada mejor que la thermomix, y nada más fácil:


INGREDIENTES

1 KG DE FRUTA MADURA Y SANA
700 GR DE AZÚCAR (o menos)

PREPARACIÓN


La piel de las ciruelas contiene mucha pectina por lo que no necesitamos pelarlas, sólo hace falta lavarlas y retirar las pepitas, pesarlas, picarlas 5 segundos Velocidad 3, y añadimos el azúcar (700 gr por kilo de fruta o menos).
Programamos 45 minutos, temperatura Varoma, velocidad 1.
Ponemos un cuchillo en el tarro y llenamos con cuidado hasta que rebose. Tapamos y colocamos del revés 24 horas. Hervimos 15 minutos en una olla mediada de agua para que la conserva de tres meses se amplíe a un año.
Dejamos enfriar, secamos y etiquetamos con la fecha de envasado y sus ingredientes.

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